La Terapia de Yoga estimula la ecuanimidad emocional y la armonía en el mundo de nuestros afectos. Las emociones tienden a “movernos”, y nos empujan en todas direcciones. El pensamiento y la emoción se manifiestan casi al unísono, confundiendo nuestra alma para la acción. Al sentir mayor claridad intelectual podemos aceptar conscientemente y recibir nuestras emociones, y sin dejrlas actuar, dejamos que fluyan como el agua de una fuente. Así dejamos comportamientos compulsivos, y entramos en comportamientos reflexivos, con mucha más capacidad de decisión. Todos sentimos muchas veces el influjo maléfico, de la terrible rueda de molino de “pensamiento-que genera emoción-que-genera-a-su-vez más pensamientos” y nos hace vulnerables a las neurosis y el agotamiento físico y mental.
Yoga, término sánscrito que procede de la raiz Yug, que significa unir. Yoga se puede entender como el medio por el cual el individuo, conoce su verdadera naturaleza. La verdad de si mismo que no es la individualidad, sino la totalidad única. Es un camino de evolución espiritual, de desarrollo personal consciente, basado en la experiencia del aprendizaje y la comprensión de uno mismo. La escucha atenta en el aquí y ahora. Es la búsqueda de nuestra divina perfección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario